Pedro Sánchez ha accedido a la Presidencia como un equilibrista sin red. ¿Sobrevivirá una vez más para prolongar su auto panegírico biográfico? Tras los resultados de las elecciones del 10N ha decidido aplicar el refrán «de perdidos, al río». Por eso adopta decisiones de riesgo. 22 carteras de ministro/a, aplicando la lógica del reparto del poder y no la eficacia de la gestión. Una pareja que sí ha demostrado que puede serlo en un Consejo de Ministros. Ha creado algún ministerio fantasma, como el de Consumo, que no tiene sentido. Y, la decisión más arriesgada, ha puesto a la exministra Dolores Delgado en el puesto de fiscal general del Estado. Solo existe un antecedente similar, el de Javier Moscoso, cuando Felipe González también le pasó de ministro a fiscal general. Pero es una decisión que afea la estética de la independencia de la Justicia, algo que está tan lejos de ser verdad como la otra independencia la de Catalunya.
Terra de Vent
Justicia justita
19/01/20 0:05
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