Lo peor de las sesiones de investidura no ha sido la ristra de insultos y descalificaciones que se han dedicado sus señorías; tampoco el clamoroso silencio del presidente en funciones ante preguntas más que pertinentes; tampoco las mentiras de Abascal manipulando datos a destajo. Lo peor, con mucho, fue el burdo intento de deslegitimar al gobierno naciente despreciando no solo las leyes de la democracia sino el magisterio de ese monarca al que pretenden defender con griterío castrense. Se lo recordó magistralmente el único diputado que hace de la sensatez su divisa, el vasco Aitor Esteban: «Gobierno ilegítimo, dicen, pero si estamos hoy aquí votando la candidatura del señor Sánchez es porque el Rey lo ha querido así, porque en la ronda de consultas en Zarzuela ya era conocido el acuerdo entre Sánchez e Iglesias y el Rey ha propuesto candidato al supuesto felón», argumentó Esteban de manera incontestable.
10-I-20 Viernes
Busco sinónimos de pulcro (atildado, elegante, aseado, delicado, escrupuloso, esmerado…) porque es el adjetivo que me ha venido a la cabeza al constatar en «Es Diari» el fallecimiento de mi amigo y maestro tenístico Demi Llull que nos ha dejado después de varios años en un limbo que no le hizo perder la sonrisa… ni su elegancia natural. Más de veinte años jugando (aprendiendo de él) los sábados por la mañana en Trepucó (tierra batida, siempre tierra batida) son más que suficientes para haberle admirado y querido. Sus valores eran tan simples como inamovibles: honestidad y formalidad ante todo, y solo le conocí un vicio: cayera quien cayera todos los años asistía en Barcelona al Torneo Conde de Godó. Genio y figura.
12-I-20 Domingo
Lo de las series está muy bien, sobre todo las que te hacen sonreír todo el rato («Fleabag y La maravillosa Mrs Maisel», por ejemplo), pero nada como compartir experiencias cinéfilas en una sala tradicional, con congéneres desconocidos, cuyo bisbiseo te acompaña en la oscuridad. «El oficial y el espía», el caso Dreyfuss visto por Roman Polansky, es una enorme y oportunísima película que va más allá de la desdichada peripecia vital de un oficial judío en el ejército francés a quien se le atribuyó el nefando pecado de una traición que no había cometido, es también una reflexión sobre el racismo y la denominada «razón de Estado», o el deep state, el Estado profundo, ese estrato viscoso de fondos reservados y mentiras también profundas. Con el caso Dreyfuss nace también el concepto, hoy tan desvaído o definitivamente desaparecido del intelectual comprometido. Lo inauguró Emile Zola con su legendario artículo «J'acusse» y lo pagó también con la cárcel por algunas de las leyes mordaza que en el mundo han sido…
13-I-20 Lunes
«Sin ironía no hay novela, sin ironía no hay democracia» dice hoy el escritor Javier Cercas en ‘La Contra' de «La Vanguardia», frase que adquiere todo su valor después de las agrias sesiones parlamentarias. Siempre he considerado al humor como la poesía de cualquier escrito o pieza oratoria, sea un artículo de prensa o un ensayo, una novela o una intervención parlamentaria. Y se está perdiendo.
14-I-20 Martes
Ni cien días ni cien minutos de cortesía, esa norma no escrita, pero hasta hace poco salvaguardada que pretendía darle un respiro a un nuevo gobierno, se ha esfumado como tantas cosas en este trepidante comienzo de siglo. La oposición vocifera (a excepción del líder popular vasco Borja Sémper que prefiere dejar la política a seguir en la trinchera) y saca banderas a la calle (afortunadamente solo ellos) mientras el presidente contribuye al griterío nombrando a su exministra de Justicia fiscal general del Estado, una designación tan sospechosa como poco estética… Valium, please.
15-I-20 Miércoles
Acudo de nuevo a ‘La Contra' de «La Vanguardia», esa ristra de cortas y magníficas entrevistas que recuerdan los «Mano a mano» al maestro Manuel del Arco, que acompañaba de una caricatura suya del entrevistado y, por qué no, a nuestro Antoni Verger, quien con sus «Dígame» en «Es Diari» creó escuela. Dice hoy el médico psicoanalista Luis Chiozza (argentino, por supuesto), que «el alma es nuestra existencia psíquica, lo que hace que la vida tenga un sentido… Y hoy se confunde el sentido de la vida con los apetitos…».
Es el resultado de la siembra de positivismo, la religión del siglo XXI. Volveremos a ello.