22/12/19 0:00
Por si no fuera bastante frío el invierno, ahora descubrimos que estamos en un invierno demográfico. Y como todo tiene consecuencias, la población envejece y la sociedad empieza a padecer múltiples achaques. Si miramos globalmente, en unos sitios crece la natalidad y en otros, mengua. No falta población, sino que está repartida de forma muy desigual. Vitalidad creciente o decreciente. La inmigración también resuelve problemas, aunque sea un tema complejo y fácilmente inflamable. La xenofobia, la aporofobia (palabra propuesta por Adela Cortina que significa «miedo a los pobres») u otras fobias que irán apareciendo en el futuro, no serán fáciles de combatir. Muy cerca de nosotros, tenemos la hispanofobia.