Todas las asociaciones protectoras de animales refuerzan estos días su mensaje de no regalar perros y gatos en las fiestas navideñas. Son firmes candidatos a acabar, sobre todo cuando dejen de ser graciosos cachorros, en una fría jaula de una perrera, esperando una adopción que en ocasiones tarda meses e incluso años en producirse; con suerte saldrán, aunque no sea la adopción definitiva, gracias a una de esas familia de acogida que en muchos casos ya dan más espacio, tiempo y cariño del que tienen y ayudan a aligerar la carga de los centros públicos de animales abandonados. Muchos ya forman parte del voluntariado de las mismas entidades que ahora ruegan que perros y gatos no se regalen, y menos como obsequio sorpresa a quien igual no lo desea.
Vía libre
Animales, no juguetes
17/12/19 1:01
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