22/09/19 0:00
Otro caso de pifia urbanística y política vuelve a planear sobre nuestros bolsillos. Hoy es Biniancolla o la carretera interruptus, con sus esqueletos de puentes, como ayer fue la playa de Son Bou y su bonito Cesgarden. Se piden indemnizaciones multimillonarias por errores de la Administración que los jueces pretenden subsanar en base a fundamentados argumentos legales. Pero los políticos no son responsables: no es su dinero, no sabían lo que podía pasar, los asesores fallaron, lo hicieron de buena fe, era por una buena causa… a nosotros nadie nos pagará indemnización por los desaguisados que provocan o el lucro cesante de nuestra endeudada economía.