Todos tenemos talento, aptitud para algo. No siempre se ve. Dicho talento puede permanecer oculto, dormido, aletargado incluso para nosotros mismos, esperando su momento de despertar, que quizás no llegue nunca. Hay cosas que se nos dan bien, aunque no siempre lo demostramos. También es patético querer tener talento para algo cuando no lo tienes. Es más frustrante que una sesión de investidura. O tenerlo y no hacer uso del mismo por pereza, desconocimiento, o vaya usted a saber… la parábola de los talentos del Evangelio es una fuente inagotable de enseñanza, meditación y sabiduría. Ocultar los talentos recibidos, cada cual en su medida, no es agradable ni virtuoso a los ojos de Dios. Sean muchos o pocos, no los guardes ni escondas por desidia, temor o pereza: haz que fructifiquen y que le sean útiles al prójimo.
Sin flash
Talento oculto
30/06/19 0:00
También en Opinión
- Una espectacular aurora boreal ilumina la noche de Menorca
- El hartazgo de los payeses del sur de Ciutadella: «Hemos tenido que llamar a la grúa para poder entrar en la finca»
- Fallece en el hospital el trabajador que cayó de un barco en construcción en el polígono de Sant Lluís
- El Migjorn sube a Tercera División
- ¿Sale a cuenta reciclar? Los millones que ingresa Menorca por la venta de la basura separada