Sin duda está muy bien que aumente la concienciación sobre la basura y que cada vez más gente participe en campañas de recogida de residuos y plásticos en playas, caminos y zonas naturales. Deberíamos pararnos a pensar qué pasaría si todas esas toneladas de restos que manchan y contaminan la isla no salieran en las bolsas industriales que cargan los voluntarios, partiéndose la espalda para aportar su granito de arena contra un problema global. Nos bañaríamos y tomaríamos el sol, nosotros y nuestros turistas, literalmente rodeados de inmundicia, sí. La solución tiene que venir en el origen, en prohibir que se envase un pepino o cien gramos de arándanos en plástico, en volver al vidrio reciclable, al granel, a rellenar, a reutilizar..., la teoría la sabemos, pero mientras tanto, es incalculable el valor de ese trabajo voluntario que se pasa el domingo intentando corregir el suicidio humano y la guarrería de sus conciudadanos, porque no todo lo trae el mar.
Vía libre
Basura que no acaba
11/06/19 22:23
También en Opinión
- Al menos tres personas sufren el síndrome del eterno apetito en Menorca: «Tuvimos que poner un candado en la nevera»
- Giro de 180 grados en la Seguridad Social: El Gobierno da la vuelta a la edad de jubilación este 2025
- Fallece un hombre tras quedar inconsciente en la calle en Maó
- El uso abusivo del parking del 'Mateu Orfila' obliga a diseñar un plan para forzar la rotación de coches
- La Policía Nacional retira dos botes de ácido pícrico en un centro educativo de Ciutadella