De pronto me viene a la memoria esta frase de Noam Chomski: «La propaganda es a la democracia lo que la cachiporra al estado totalitario» Estos días estoy «de guardia» en Barcelona, haciendo poco menos que de canguro con mi mujer en casa de mi hijo, que se ha ido de vacaciones. Por fortuna nos ha dejado el coche y hemos tenido cierta libertad de movimientos. Hemos podido ejercer de urbanitas, pese a ser más bien de pueblo, y hasta salir a visitar los alrededores de la ciudad. Supongo que a cualquier visitante le sorprendería ver la cantidad de lazos amarillos que adornan las barandillas, de banderas catalanas encumbradas en las copas de los árboles más altos, de retratos de los políticos independentistas colgados de los balcones, de lazos amarillos pintados en la calzada. Supongo que esa es la propaganda a la que se refiere Chomski en la frase aludida, la que se opone al cachiporrazo de la fuerza bruta. A la vista de todo esto uno se pregunta si todos los pueblos de España son conscientes de esta realidad, una realidad que ha estado latente durante muchos años. Lo cierto es que ni ahora ni antes, nunca he visto por aquí ni un atisbo de violencia, y en cambio siempre, incluso en los años sesenta, he notado el sentimiento independentista del pueblo catalán, algo que no creo que vaya a poder solucionarse de la noche a la mañana. No sé si la cachiporra es más fuerte que la democracia, ni si la pluma es más poderosa que la espada, pero me temo que tenemos conflicto para rato.
Les coses senzilles
Sin cachiporra
10/06/19 0:44
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