Hay tiempos que no se miden con las agujas del reloj sino con los besos y abrazos. Esos tiempos en que no tienes nada programado y ellos están en silencio, solo la respiración se escucha, esos me gustan mucho y ¿a ti? Te explico, son esos tiempos de espera tranquila y ves sus caritas o expresiones y te los comes a besos. Cuando entras en el coche y esperan a que les pongas el cinturón de seguridad. O que esperan con impaciencia su ropa. O se levantan taciturnos de la cama con los pelos arremolinados y no puedes más que darles mordisquitos en la cara de lo comestibles que están. Esos tiempos donde no se dice nada, solo la mirada habla. Y se rompe con carcajadas de risa. Son esos tiempos cuando ellos no esperan nada, y tu les robas un beso, les arrancas un abrazo y se dibujan sonrisas cariñosas. Son esos tiempos en que a ti como madre o padre te confunden y ellos toman la iniciativa te dicen «mamá te quiero», «papá te quiero». Y fundiros en un abrazo. Esos tiempos me tienen ganada. Me deshacen, me desarman. Por mi que siempre fuera así.
Supervan Family
Sin espera
29/05/19 0:00
También en Opinión
- El cardiólogo Aurelio Rojas desvela el desayuno perfecto para tener el corazón sano: «Hay que empezar el día con un vaso de agua»
- Giro de 180 grados en la Seguridad Social: El Gobierno da la vuelta a la edad de jubilación este 2025
- Ni manzanilla ni té: esta infusión es ideal para relajarse y dormir la noche del tirón
- El Imserso se expande: estos son los nuevos destinos en los que se podrá disfrutar de su programa estrella
- Esta es la consecuencia de dormir con tus calcetines puestos en invierno, según los expertos