Cuanto menos el lema que transmite el Partit Popular de Menorca para las próximas citas con las urnas es objetivamente cierto. «Aires de cambio» ha acuñado la formación conservadora de la Isla para concurrir a las elecciones generales, autonómicas y municipales.
Entre Congreso, Senado, Ayuntamientos y Consell, la veterana Águeda Reynés es la única que repite al frente de la candidatura de Maó con el propósito de recuperar la vara de mando. La apuesta para el resto de sillones ofrece más garantías en algunos casos, mucho riesgo en otros e incertidumbre en los demás, con más veteranía que juventud entre los cabezas de lista.
El PP solo conservó dos alcaldías en los pasados comicios -Alaior y Es Castell-, de ahí que el listón para mejorar aquellos resultados, a priori, esté lo suficientemente bajo como para superarlo.
La elección de Antoni Juaneda devuelve a la formación en Ciutadella más expectativas que las que tuvo con Juanjo Pons en 2015, en función del carisma del que goza el que fuera vicepresidente del Consell y director insular de la AGE, entre otros muchos cargos que acreditan su experiencia.
La designación más sorprendente del PP se ha dado en Alaior con José Luis Benejam, un comunicador de verbo inagotable para dar continuidad a la gestión de la presidenta del partido y ahora candidata al Consell, Misericordia Sugrañes.
El punto más juvenil lo incorpora Cristóbal Pons Sintes, en Es Mercadal, frente a la fortaleza del actual alcalde Francesc Ametller. Pedro Pons (Ferreries), Loles Tronch (Sant Lluís), Antonia Camps (Es Migjorn) y Dionisio Marí (Es Castell) llevan años en política aunque no hayan liderado una lista. Aurora Herráiz, al Senado, y Ana Lía Noval, al Congreso, completan la apuesta renovadora del PP, que lo es para esos escaños. Otra cosa es que le sirva para revertir el desplome de hace cuatro años.