Vamos, hagan cola señores, sin empujar, que ustedes siempre han sido propensos a meter el dedo en el ojo del personal para hacerles reaccionar un poquito. Que pase primero Sócrates, luego Platón, Aristóteles, los griegos sois muy cansinos con eso de que se debe respetar la antigüedad. Sí, que entren también Tomás de Aquino y San Agustín, y por supuesto los cordobeses Avicena y Averroes. Que cojan sitio los franceses Voltaire, Descartes, Sartre y Montesquieu. Rousseau, tú como buen ginebrino francófono les das la mano y entráis juntos. Que no se quede por ahí Maquiavelo, ni el señorito Marx, vaya barba que me gastas. Nietzsche y Schopenhauer que compartan pupitre, a ver qué pasa. Que pillen sitio Hume, Kant y Hegel, del tirón. Vayan colocándose que no tenemos todo el día.
Que pase también Hiparquia venida de Atenas. Que se acomoden Christine de Pizan, primera escritora profesional, Hannah Arendt, pasabas bastante de la democracia representativa, tú eres más de democracia directa, pues ya ves donde estamos. A ver por dónde íbamos, ah sí, rapidito, Loue-Andrea Salome, Sophie de Grouchy, Simone de Beauvoir, que grande, y la increíble María Zambrano. Que no se queden atrás Celia Amorós, aprendí mucho de usted profesora, Sylviane Agacinski, Susan Haack, Chantal Delsol y la innumerable lista de grandes pensadoras.
Efectivamente, queridos lectores, una brisa de sensatez ha tocado la cabeza de nuestros políticos y han decidido, por unanimidad, que la Filosofía regrese a las aulas. Un personaje más siniestro que el Voldemort de «Harry Potter», el exministro Wert, fue el que decidió cargarse la Filosofía. Recordemos que don Mariano, gran lector del «Marca», le recompensó mandándolo a París a vivir de lujo, con nuestra pasta claro. Está bien recordarlo, porque a veces tenemos menos memoria que el pez cirujano Dory, la amiga de Nemo.
Puede que a muchos de ustedes, debido a todos los temas gordos que hay encima de la mesa, esta les parezca una notica menor, lo respeto, pero sinceramente no creo que lo sea, es más, si fuera youtuber les pediría muchos likes para la Filosofía. Algunos todavía se preguntan aquello de para qué sirve la Filosofía porque no ven que dé dinero, la filósofa Marina Garcés lo explica de maravilla: «La Filosofía no es útil o inútil, es necesaria. Es un lenguaje fundamental para pensar de forma crítica». Olé y olé, así da gusto.
Si pensamos en pobreza, desigualdad, violencia, homofobia, xenofobia, corrupción, y en el auge de partidos de extrema derecha que fomentan todos esos males, y más, basándose en mentiras y manipulación, la única forma de combatirlos, es siendo ciudadanos con pensamiento crítico, entendido este como el análisis y la evaluación de aquellas afirmaciones que la sociedad acepta como verdaderas sin más. Vamos, plantearse los razonamientos y no tragárselos sin pestañear. Que se muevan las neuronas, un puñetazo bien dado al pensamiento único y colleja ética a los energúmenos irracionales, como el racista que hace unos días insultó gravemente a una mujer negra en un avión porque no quería ir sentado a su lado.
Este sábado nos robarán una hora de luz de la tarde, y ya sabemos que la oscuridad complica las cosas. Así que por qué no tomárselo todo con un poco de filosofía, que no resignación. Llegamos al fin el artículo, espero que no me pase como a un profe de Filosofía que les dijo a sus alumnos al acabar la clase: si ustedes me han comprendido bien, es que me he explicado mal. Feliz jueves.
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