Este fin de semana hemos tenido la oportunidad de comer un cocido madrileño sin movernos de Menorca. Es la idiosincrasia que tiene esta Isla. Los residentes de diferentes partes del país y de más allá de sus fronteras se encuentran y se hacen amigos. Ha dado el caso de comer un cocido de la capital por unos madrileños con su sopa de fideos, la carne, los garbanzos y repollo, su carne, y sus guindillas verdes que no falten para acompañar, como una hogaza de pan. Hasta me he estrenado en la ‘pringá’, algo que se hace con asiduidad en Cádiz. Mojar pan con el tocino ibérico. Mis hijos encantados de comer plato de cuchara, bien limpio que dejaron el plato. También hemos tenido ocasión de comer rabo de toro hecho por una sevillana, la madre de otro amigo ‘menorquín’. En casa de una amiga venezolana, en la fiesta de su despedida de la Isla, degustamos la confitura de pimiento rojo con queso blanco, plato típico de Venezuela. Una amiga mexicana en casa de otros amigos hizo burritos. Evidente que la paella valenciana la he dado a conocer y a degustar.
Supervan Family
Un cocido madrileño
24/10/18 20:29
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