No se trata de extender sombras de sospecha sobre ningún grupo en particular, tampoco generalizar ni magnificar unos sucesos lamentables que ya han sido denunciados y ahora tendrán su recorrido procesal hasta que se sustancien en acusaciones concretas que incorporarán, en su caso, las correspondientes solicitudes de condena si se demuestra su veracidad.
Sin embargo, no se puede obviar el hecho de que en apenas cuatro días se hayan producido en la Isla tres denuncias, dos por supuestas agresiones sexuales, y una por abuso a tres chicas menores de edad. De ellas ha tenido conocimiento este diario, lo que no asegura que se hayan producido otras y no hayan trascendido ante la escasa información que se brinda al respecto al estar implicados menores de edad. Una ocurrió en la urbanización de Cala en Bosc, otra en plenas fiestas de Sant Llorenç, en Alaior, y la otra en la carretera de Maó a Es Grau, de la que informamos en esta misma edición. En los tres casos la víctima que ha denunciado los hechos ha sido una menor de edad, y al menos en uno de ellos el presunto agresor tampoco había cumplido los 18 años. Fue el que tuvo lugar en la madrugada de las fiestas en la localidad alaiorense, en el que, muy probablemente, el alcohol ejerció su influencia.
Ante esta situación resulta preocupante que en plena campaña para combatir, no ya las agresiones sexuales si no el acoso machista, a pesar de las proclamas de concienciación en los centros educativos, puntos informativos en cada municipio y la reiteración de discursos preventivos, aparezcan tres presuntos sucesos como los que se han conocido durante este verano y que ahora se investigan.
Estas denuncias demuestran, quizás, que existe mayor determinación por parte de las víctimas para dar el paso y acudir a la comisaría a comunicar los supuestos hechos. Lo alarmante es, sin embargo, que estos hayan podido producirse.