Que me perdonen los matemáticos, pero lo de la propiedad conmutativa está muy bien para sumas y multiplicaciones, para todo lo demás no sirve. Porque en la vida real se sabe que el orden de factores altera el producto sí o sí. No es lo mismo tener una vida de mierda, que una mierda te salve la vida. Vale, un juego fácil de palabras que roza la chorrada, pero hace calorcito y algunos lectores me han pedido que aligere carga, que cuando voy de profundo soy más pesado que un albornoz mojado.
Aunque detrás de la chorrada a veces se esconde algo muy importante, ahí va ese algo, un trasplante de heces ha salvado la vida a un hombre de Valencia. El enfermo presentaba una infección grave provocada por la bacteria Clostridium difficile resistente a todos los antibióticos. Xavier Cortés, el doctor que dirigió al equipo que llevó a cabo la intervención, especialista en Digestivo y Endoscopias, manifestó que «ante la situación del paciente, decidimos contactar con el doctor López San Román, médico del Hospital Ramón y Cajal y un referente a nivel internacional en esta técnica». Al paciente le dieron el alta en dos días, flipa con el poder de la mierda. Y mi admiración por los médicos que salvan vidas, a cada cual lo suyo.
Y no acaba ahí el uso de las heces queridos lectores, pasen el punto y lean. Según un informe elaborado por el Instituto del Agua, el Medio Ambiente y la Salud de las Naciones Unidas, una persona produce casi 4 toneladas de excrementos a lo largo de su vida, y la humanidad en su conjunto genera alrededor de 300 millones de toneladas de heces cada año, eso se mire como se mire es mucha mierda. Los científicos de Naciones Unidas afirman que toda esa materia fecal tiene un potencial energético suficiente como para generar electricidad en 138 millones de hogares, cómo se les ha quedado el cuerpo, imagino que igualito que a Soraya Sáenz de Santamaría cuando perdió ante el joven más viejo de todos los tiempos.
Y aún hay más, el archifamoso Bill Gates financió un proyecto para trasformar las heces en agua potable en apenas cinco minutos, como artilugio para combatir las sequías no tiene precio. En un vídeo Gates demuestra el funcionamiento del aparato, llamado Janicki Omniprocessor, bebiendo el mismo un vaso de agua que minutos antes eran heces humanas. No me digan que no están alucinando con los usos del popó, palabra más rancia que el ideario de don másteres en Harvardravaca, señor Pablo Casado.
Y así llegamos a la ciudad italiana de Castelbosco y al bueno de Giantonino Lucatelli (como me molan los nombres italianos, parecen todos de cantantes melódicos, menos el del ministro Salvini que suena a fascismo puro). Centrémonos, Giantonino inauguró hace unos años el museo de la mierda para darle a los excrementos el valor que realmente tienen, no se equivoquen, no es una frikada. La instalación, agrícola y cultural, hace un recorrió por el uso que tienen las heces, desde las civilizaciones más antiguas, como abono, energía, construcción de ladrillos y un largo etc. bajo el principio ecológico de «no desperdicio».
Ya ven, hasta de las denostadas boñigas se saca lo más útil, que le pregunten a los sabios escarabajos peloteros adorados por los antiguos egipcios. Espero que estén disfrutando de nuestra Menorca, de su fiestas y de sus playas, y que, chorradas aparte, este no les haya parecido un artículo de mierda, aunque viendo los usos tan increíbles que tiene la caca, tampoco me importaría. Feliz jueves.
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