Creo que la primera vez que oí la expresión «¡A mí películas!» fue en el año 1975, de boca de don Luis Casasnovas, que era jefe de Estudios del Instituto JM Quadrado. Entendí que lo que estábamos tratando carecía de importancia, que era como una película montada banalmente en torno a la realidad. Eso me lleva a pensar hasta qué punto nos condicionaron las películas que vimos en nuestra juventud. Hablo de un tiempo en que todos teníamos pocos recursos económicos. Algunos fabricantes de calzado habían conseguido un elevado nivel de vida en Menorca, pero los terratenientes aún no habían revalorizado sus tierras a través del turismo y por descontado las películas un poco subidas de tono eran calificadas de «mayores con reparos» en la cartelera de la Acción Católica. Ahora ya debemos de ser «mayores» -sesentones o setentones-, y no sé hasta qué punto tenemos o sentimos «reparos».
Les coses senzilles
A mí películas
21/05/18 0:43
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