Dado el nivel de control, y por lo tanto de manipulación, al que se ven sometidos los medios de comunicación y los profesionales del periodismo, es el acto heroico de unos cuantos lo que permite que la prensa sea todavía considerada el cuarto poder. La Declaración de Principios de Conducta de los Periodistas en su punto octavo considera como grave ofensa profesional varios comportamientos ilícitos como: «el plagio, la distorsión maliciosa, la calumnia, injuria, libelo, acusaciones infundadas y la aceptación de sobornos en cualquier forma por publicar o suprimir determinada información». Vivimos tiempos en los que se hace muy complicados cumplir códigos deontológicos, sin embargo aún hay un hilo de esperanza.
Están las profesionales de RTVE protestando para denunciar la manipulación tan bestia que realiza el Gobierno sobre el ente público, escriben desde una cuenta de Twitter, @mujeresRTVE, nacida con la movilización del 8 de marzo. RTVE es un panfleto propagandístico del partido en el poder, donde se alaban sus supuestas virtudes, se esconden sus miserias y se ataca a todo lo que se menea con un fin partidista que da nauseas. Son medios que se mantienen con la pasta de todos nosotros y las profesionales están hartas de la presión a la que son sometidas para que se olviden de que en la universidad estudiaron una asignatura que se llamaba Ética. Son valientes, sin duda, no es fácil reivindicar algo cuando pones en peligro tu propia subsistencia profesional.
Esta salvaje presión que hay sobre los medios y los profesionales existe porque los políticos le siguen teniendo respeto a la prensa. Lo que no se publica no existe, y lo que sale en portada se convierte en el tema del día. Un ejemplo local, en Menorca estaban mandando a las mujeres embarazadas a hacerse las ecografías a Mallorca. Será casualidad, pero a las horas de publicar «Es Diari» la noticia, el gerente salió diciendo que las ecografías se harían en Ciutadella y que se estudiaría lo de comprar un nuevo aparato para realizarlas con garantías. Se puso el foco en el problema y en cero segundos se buscaron soluciones.
La clase política, tan alejada de la realidad como Amaia y Alfred del primer puesto en Eurovisión, se mueve por los impulsos que les dictan las encuestas y los intereses económicos de los más poderosos. Elaboran su estrategia en pos de victorias electorales para seguir mamando de lo público sin remordimientos.
Esperemos que en el periodismo sigan saliendo personajes como Ed Hutcheson, interpretado por Humphrey Bogart, en la película «El cuarto poder». El periódico «The Day» está a punto de ser vendido y cerrado, ante esta desoladora situación su director, Ed Hutcheson, siendo fiel al riguroso amor por el periodismo puro que defiende, intentará sacar a la luz todos los chanchullos de un importante jefe de la mafia. Amor a la profesión, rigurosidad, principios firmes, fidelidad a los lectores, honestidad, son los valores que el protagonista inculca a sus redactores. Sí lo sé, es solo una película, y además una en blanco y negro, pero no minusvaloremos la fuerza del séptimo arte.
Así que para terminar seguimos tirando de Humphrey, ahora el de «Casablanca», y le parafraseamos para afirmar que si no defendemos la prensa libre nos arrepentiremos. Quizás hoy no, quizás mañana tampoco, pero pronto y para el resto de nuestras vidas. Y no por solidaridad con una profesión, sino por la necesidad vital de mantenernos como ciudadanos con capacidad crítica. Feliz jueves.
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