Supervan Family
Frozen
Helada me he quedado, mi móvil murió (en referencia a la columna anterior). Y helada me he quedado después de ver «Frozen». No la vi cuando se estrenó. Y empecé a descubrir esta película de Disney en un cumpleaños al presenciar una actuación de unas animadoras vestidas de Frozen y Anna. Cómo puede ser que exista tanto merchandising alrededor de estas hermanas huérfanas. Y que haya espectáculos alimentando aún más la larga vida de esta película. Pero si es ¡espantosa!. Me explico. Dos niñas juegan entre ellas. Y Frozen, la mayor de las hermanas, en un principio parece tener un don especial: todo lo que toca se convierte en hielo. Sin ánimo de querer hacer daño, hiere a su hermana Anna, y los padres deciden encerrarla en su habitación porque no sabe controlar ese supuesto don, que los padres lo ven como maldición. En esas Anna, como es normal todos los días va a llamar a la puerta de la habitación de su hermana, para que salga a jugar con ella. Y Frozen arrepentida por ese incidente no sale de sus aposentos. En esas sus padres se embarcan en un viaje y la tempestad los mata. Sigue pasando los años y Anna sigue en las mismas, sin tener éxito de que su hermana rompa con el pasado. Hasta que Frozen cumple la mayoría de edad, tiempo que debe desempeñar una responsabilidad importante, reinar.
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