05/12/17 20:03
Tener dos manos para un locutor de televisión se ha convertido en un verdadero engorro, cuando se transmite al respetable la noticia puestos de pie. Entonces no saben qué hacer con aquellos dos brazos y aquellas dos manos colgando. En los bolsillos no se las puede meter mientras le está contando al personal el último rifirrafe en el Parlamento entre Iglesias y Rajoy. Con las manos atrás no se puede hablar de las matanzas de la interminable guerra siria. Con los brazos cruzados tampoco se puedo hablar de los prófugos de la independencia catalana.