La lengua a veces crea malentendidos, sin ir más lejos con los adjetivos posesivos. Cuando en un juicio, por ejemplo, el abogado pregunta a uno de los testigos: «¿Dónde estuvo Juan ayer por la noche?», y el testigo responde: «Estuvo en su casa, con su mujer", nadie debería de ver nada extraño en ello. ¿Quién no está en su casa por la noche con su mujer, si es que la tiene? Ahora si el abogado sigue diciendo: «¿Tiene alguien que pueda corroborar la coartada?» y el testigo dice: «Usted, sin ir más lejos, si es que también estuvo en casa». Pero el abogado se había ido de copas con los amigos, estuvo en un club de alterne y no regresó a casa hasta altas horas de la madrugada, por lo que empieza a palidecer, sospechando a qué casa se refiere el testigo cuando dice que Juan estuvo en «su casa» y lo que es peor, a qué mujer está aludiendo cuando dice «con su mujer».
Les coses senzilles
En su casa
06/11/17 1:05
También en Opinión
- El cáncer de hígado puede desarrollarse por varios factores: el alcohol no es el más determinante
- Un restaurante de Menorca, entre los 100 mejores de España
- La Guardia Civil, sin lanchas para vigilar Menorca, podrá usar las nuevas barcas del Govern
- Residentes que viven en urbanizaciones de Menorca todo el año: «No lo cambio por nada»
- El Hospital Mateu Orfila crea un jardín terapéutico para pacientes psiquiátricos