Las cosas y las personas crecen y decrecen continuamente ante nuestros ojos. Europa, por ejemplo, es una realidad que aumenta o disminuye sometida a infinidad de fuerzas y presiones. Pasa con los partidos políticos, las empresas, los proyectos… Unos quieren una Europa fuerte y unida, basada en valores democráticos; y en un bienestar repartido de manera solidaria, fruto de un crecimiento económico y comercial que lo haga posible. Otros la quieren débil, dubitativa, rota: son sus competidores o enemigos, que buscan erosionarla o desestabilizarla para verla cada día más pequeña. En un mundo sin barreras para el paso de todo tipo de información o de intereses, no hay que ser pardillos ni dejarnos manipular por los mensajes tóxicos que incitan al enfrentamiento.
Sin flash
Más Europa
16/10/17 17:45
También en Opinión
- Un restaurante de Menorca, entre los 100 mejores de España
- El cáncer de hígado puede desarrollarse por varios factores: el alcohol no es el más determinante
- La Guardia Civil, sin lanchas para vigilar Menorca, podrá usar las nuevas barcas del Govern
- Residentes que viven en urbanizaciones de Menorca todo el año: «No lo cambio por nada»
- La portavoz del PSOE pide disculpas por ir a una función escolar el día del pleno de presupuestos