Uno de los 50 candidatos -el único de nacionalidad española- al Global Teacher Prize de 2014, el premio Nobel de los profesores. Y vino a Menorca. Es de Zaragoza. A los que les gusta la educación ya lo conocen, se llama César Bona -maestro en educación de Primaria, y licenciado en Filología-.
La presentación por parte de FAPMA, (Federació d'associacions de pares i mares d'alumnes de Menorca) decían que les encantaría tenerlo de compañero. Seguro que aporta mucho después de tomarse dos años de excedencia para aprender de lo que se hacen en otras escuelas, lo mejor que aportó en la conferencia. Lo demás lo hemos escuchado muchas veces. Pero siempre es recomendable ir a ver a estas personas que destacan en algo porque siempre refrescan o enseñan cosas. El discurso iba dirigido a la parte docente, pero como madre asistente las desdoblaba al papel que juegan las familias en el hogar de nuestros hijos.
El maestro maño, decía cosas como: si tú exiges, tienes que tenerlo. Es decir, si quieres que tu hijo vaya contento al colegio, el primero que tienes que estar con una sonrisa en la boca es el adulto. Solo exigir lo que podemos dar; nada cambiará si damos lo de siempre; hablar en positivo; tener sentido del humor; fijarnos en las personas-faros, aquellas que aportan e iluminan. Y no dejarnos contagiar por las personas-piedras, aquellas personas que siempre están con el 'pero', las que prefieren que todo siga como está. Somos sus ejemplos, no solo meros transmisores de información; enseñar a hablar en público, a pensar «¿Para qué sirve soplar? Para apagar el fuego, y también para avivarlo»; lo que hagamos que dejemos impacto. Influir de cierta manera en sus vidas; improvisar en cualquier circunstancia; educar en la autoexigencia, siempre en positivo; enseñarles la responsabilidad social; cultivar la resiliencia; practicar la escucha sin juzgar; hacer comandos, porque cada alumno/hijo aporta algo; evitar las etiquetas, y los castigos; necesitamos ejemplos para mejorar.
Y nombró ciertos colegios en los que él estuvo y recogió actividades interesantes (Escuela rural Alpartir, Zaragoza; Esc. La Biznaga, Málaga; Esc. Amara Berri, Donostia; Esc. Sadako, Barcelona; Instituto de Sils, Girona; Esc. Padre Piquer, Madrid; Esc. O Pelouro, Pontevedra). Allí vio que se hacían asambleas; los niños eligen las normas así no las incumplen; el tesoro más valioso es un niño; tutorías de convivencia; los alumnos evalúan al profesor;... Fue lo mejor que aportó, en el sentido que los profesores deberían hacer como los estudiantes de MIR, rotar en una especialidad de un hospital del país o fuera del país de donde se encuentran. Estaría bien que los maestros, y educadores infantiles tuvieran esa oportunidad de rotar a otras partes y después poder compartirlas con su escuela, colegio o instituto. ¿Se imaginan que se pudiera hacer con las familias? Entonces, muchas cosas cambiarían a mejor.
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