Momento en que un coche embiste a los que protestabanpor la manifestación neonazi en Charlottesville

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El nivel de violencia en el mundo está creciendo. La violencia parece estar siempre presente en nuestra sociedad. Basta mirar los intentos de emigrantes subsaharianos de entrar en nuestras fronteras y ver como se les trata. Pero últimamente hemos visto un aumento significativo de amenazas y hechos violentos en gran parte gracias a las actitudes irresponsables de dirigentes políticos que estimulan violencia para mantenerse en sus puestos.

LA LLEGADA DE TRUMP a la presidencia de Estados Unidos fue un comienzo de este crecimiento de la violencia. Él la fomentó internamente estimulando a losa más extremistas de la derecha y externamente la sigue fomentando provocando cuanto más posible a países con los que Estados Unidos tiene difíciles relaciones. No parece tener ni idea de diplomacia y su forma de actuar es provocando.

Momento en que un coche embiste a los que protestabanpor la manifestación neonazi en Charlottesville

Claro que en cuanto a provocaciones se ha encontrado un ambiente perfecto para ejercerlas. Kim Jong-un, el presidente de Corea del Norte, aunque muy distinto a Trump, es igual en cuanto a estabilidad mental y falta de responsabilidad. En él, Trump ha encontrado a su perfecto compañero de juego. El problema es que una guerra nuclear no es un juego, pero ambos así la tratan.

Kim Jong-un avisa que tiene cuatro misiles preparados para lanzar en las cercanías de la isla de Guam, Trump responde que se va ver un fuego y una furia nunca vistos en el mundo. Trump después de criticar el mal estado del arsenal nuclear que encontró a su llegada a la presidencia, la culpa obviamente de Obama, ahora dice después de siete meses que el arsenal está en su mejor estado. Evidentemente Trump no tiene ni idea del tiempo que lleva el producir armas nucleares ni los correspondientes medios de lanzamiento. En tan poco tiempo no se ha podido ni empezar a desarrollar los planes nuevos si es que existen.

Pero también está Venezuela, el único problema pendiente de Rajoy que cada vez aparece más por aquí, pero que también es un foco de atracción de Trump. El señor Maduro, que nada tiene de madurez mental, ha sido capaz de crear una situación de violencia y falta de sentido democrático impensable. Por su trabajo ciertamente se merece la repulsa internacional, pero Trump pasándose de la raya como de costumbre, ya habla de intervención militar. Más violencia interna y más amenazas de violencia.

CON MADURO, Trump tiene otro compañero de juego. En este caso Trump habla de la proximidad de Venezuela y casi como si Venezuela fuera parte de Estados Unidos. ¿Es amor desinteresado hacia este país? No, es que Venezuela tiene petróleo y eso si lo ama el presidente.

El trío Trump, Kim y Maduro sería impensable en una obra de ficción. Nadie sería capaz de haberse inventado un trío como este dirigiendo la política en pleno siglo XXI. Ni los hermanos Marx lo podrían haber hecho tan bien. La cuestión es a dónde nos van a llevar tales perturbados mentales. No será a la paz y convivencia.

No solo es a nivel internacional que Trump a creado tensiones, es también a nivel interno de Estados Unidos. Trump fue apoyado en su elección presidencial por grupos extremistas y que podríamos llamar neonazis. Son grupos racistas, creen en la supremacía de la raza blanca y en sus lineas militan miembros del Ku Kux Klan. Tiene más fuerza en el llamado sur profundo y desde que Trump fue elegido se han sentido con más animo de actuar en la calle y con violencia.

En el sur de Estados Unidos se está viviendo un proceso parecido al de España con la Memoria Histórica, en bastantes ciudades se están quitando estatuas de dirigentes del sur durante la guerra civil. A estos dirigentes se les acusa de haber promovido la esclavitud, cosa que es cierta, pero para algunos pesa más el que protegieran al sur de la ocupación por parte de los del norte. Ahora los grupos neonazis envalentonados por el triunfo de Trump han salido a la calle en contra de la retirada de estatuas.

La manifestación hace unos días en Charlottesville fue muy violenta y acabó con tres muertos. La violencia sigue creciendo.