Cuando desfilaban victoriosos por Roma los generales romanos al frente de las centurias que venían de conquistar los países europeos, iba un hombre detrás de aquel general o de aquel césar que le decía «recuerda que solo eres un hombre…recuerda que solo eres un hombre».
A los hombres que la locura económica del futbol les está convirtiendo en dioses, les hace mucha falta que alguien de su entorno les recordase que solo son hombres o que pobre puede llegar a ser el rico que sólo tiene dinero.
Uno de esos fatuos vanidosos se ha atrevido a decir a la jueza que le tomaba declaración por ocultar presuntamente a la Hacienda española 14,4 millones de euros «que estaba allí porque se llama Cristiano Ronaldo». Pues yo creo que su nombre importa poco, lo que le interesa a Hacienda y debe ser el motivo por el que estaba allí, son esos 145,4 millones de euros.
A estos dioses prefabricados se les sube enseguida a la cabeza la creencia de que están por encima de los demás. Sin embargo, a los que vamos por detrás del césar pero cumplimos nuestras obligaciones con Hacienda, nos reconforta muchísimo que los dioses también paguen, y ojalá que además la justicia sea especialmente justa. Ya está bien que sea siempre beligerante con los que somos simples supervivientes económicos, mientras no pocas veces los dioses salen bien librados de su millonaria «desmemoria económica».