Hay toda una teoría de comunicación no verbal sobre el manspreading o esa tendencia masculina a expandirse al tomar asiento y de la educación que se nos ha dado a las mujeres para que nos repleguemos sobre nosotras mismas. Es interesante, porque habla de la ocupación física del espacio y de cómo eso simbólicamente también se traslada a la esfera del poder. Se puede aplicar a mujeres y hombres pero también pasa entre personas del mismo sexo, porque hay dominantes y no tanto en cualquier género, y también hay mujeres que se expanden sin respeto a la burbuja privada de nadie y hombres que se acomodan sobre el vecino, aunque sea masculino. Son gestos que tienen su significado, o si no ¿por qué se debate tanto sobre los apretones de manos que propina Trump a otros presidentes en sus visitas oficiales?
Vía libre
Despiporre en el bus
13/06/17 0:00
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