Gracias a los libros estamos aquí. Curioso invento ortopédico que amplía nuestra mente. Prodigioso almacenamiento de memoria, anterior a los ordenadores de los gigas y los discos duros. Pero la información sin orden ni sentido solo produce basura mental. La memoria humana es frágil y poderosa a la vez.
No recordamos únicamente lo que hemos vivido; también lo que hemos leído o nos han contado alguna vez. Acumulamos vidas, ideas y experiencias ajenas. Aunque la estupidez nos asedia por doquier y crece el número de los zombis mentales. La maldad se apodera del juicio y las creencias. Los medios a través de los cuales nos llega la información son novedosos, poderosos y variados. Mensajes a todas horas, sin tiempo de pensar o defendernos. Entretenimiento y manipulación de masas hasta límites insospechados. Gracias a los libros estamos aquí. De la primera imprenta a la potente industria editorial con sus millones de ejemplares y marketing, mucho marketing. Obligatorio leer lo que está de moda. Voz encerrada en papel que un lector puede liberar descifrando letras pacientemente. Un libro puede transformarte, formarte o deformarte.
Pero sin el ecosistema adecuado, la lectura se mustia y agoniza. Todo rápido, todo audiovisual, hiperconectado. La memoria humana es poderosa pero frágil a la vez. Somos también lo que hemos leído y nadie lee exactamente lo mismo. Pero no deberíamos olvidar que estamos aquí gracias a los libros.