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SÁBADO, 8
Cada vez se pone más peliagudo esto de opinar en voz alta, y no solo por la creciente polarización del respetable, más proclive a refugiarse en la trinchera ideológica que a fundamentar y airear las propias opiniones y contaminarlas de las ajenas, sino también por la galopante complejidad del mundo, cada día más difícil de interpretar. Pensaba esto leyendo las tribulaciones del joven abogado mahonés Toni Canals, personaje de ficción de JM Quintana (por cierto, tarjeta roja a Juan F. López Casasnovas por haberlo destripado públicamente en un insólito spoiler ), en su última novela "La noia que va sortir d'un quadre de Botticelli", cuando el estallido de la sublevación franquista en el 36 le pilla preparando unas oposiciones en Zaragoza y literalmente no sabe por dónde van los tiros en la propia ciudad, asediada por los republicanos y en su Mahón natal en manos (pezuñas) de un brigada sin escrúpulos…

Y es que cuesta analizar la realidad internacional que nos conturba, focalizada hoy en la enconada guerra de Siria, talón de Aquiles de la política exterior de Obama, que mal que bien consiguió un acuerdo sobre armas químicas que alguien no ha respetado. Los rusos enredando con su apoyo acrítico a mi repudiado colega oftalmólogo Bashar el Asad mientras el temible Daesh o Isis, el Estado Islámico, para entendernos, convertido en amenaza global parece frotarse las manos observando la división internacional y sus espectaculares y sangrientas operaciones con camiones asesinos en Europa. Y en eso llega Donald Trump y pega un puñetazo en la mesa de ajedrez, lo que no deja de tener su lógica si el ataque con gas sarín a la población civil fue obra realmente del régimen sirio, porque ¿quién se atreve a descartar al propio Isis o al intrigante Putin para cargarles las culpas a otros? ¿Y cuál es el plan de Trump si es que tiene alguno, más allá de su exhibición hormonal?

DOMINGO, 9
Otro asunto desconcertante en que el opinante de ínsulas baratarias no sabe muy bien qué camino tomar: el de la entrega de armas de ETA, en el que me sorprende la reacción del grueso de los medios españoles, muy reticentes y molestos. A uno le sigue pareciendo una buena noticia que una banda terrorista se rinda y entregue las armas, que las diferencias se diriman por vías políticas, que se cierre de una vez por todas una época negra de la historia de Euskadi y España y que el relato final deje muy claro quiénes mataban en una democracia y quiénes eran las víctimas (desaparecido el miedo, toda la épica etarra se desmorona por sí sola).

Sin embargo lo que predomina hoy en los medios es el lenguaje grandilocuente de victorias excelsas y derrotas apabullantes y el rasgamiento de vestiduras por determinadas imágenes de políticos aceptables confraternizando con políticos indeseables, todo ello encuadrado en la consigna de "al enemigo ni agua"… Otegui, por ejemplo: ¿Es que después de ocho años en prisión por llevar a Herri Batasuna a la vía democrática no tiene derecho a la reinserción social y política?, ¿no tuvieron esa oportunidad Gerry Adams y Martin Mc Guinness en Irlanda, terroristas del IRA primero y políticos con mando en plaza después?

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LUNES, 10
Carme Chacón siempre será aquella mujer corajuda, sin complejos y embarazada pasando revista a las tropas con gesto circunspecto y andares decididos, "Capitán, ¡mande firmes!", una imagen que seguramente ha hecho más por agrietar del techo de cristal de las mujeres que mil proclamas y cuotas. Gracias por ello y por tu ya eterna sonrisa, Carme.

MARTES, 11
Parece que estamos ya en Semana Santa. Lo sé porque el domingo en Fornells, un día alegre y luminoso y entre una oleada de turistas sonrientes, vi a un niño portando una palma mientras jugaba despreocupadamente con otros niños que a lo mejor no sabían nada de palmas, y también porque anoche en los noticiarios empecé a ver imágenes de pasos entre redobles de tambores y flashes de playas atestadas de peregrinos…

Me sorprendo de mi propia sorpresa cuando en la mayor parte de mi vida esa festividad religiosa ocupaba el centro de nuestras vidas, girando en torno a un nacionalcatolicismo casposo y agobiante. No eran días para juegos, hasta las sonrisas estaban proscritas, como la carne y los pensamientos impuros. Las radios emitían música religiosa, las salas de cine solo películas de romanos o de marcelinos panes y vinos y la incipiente televisión procesiones y más procesiones. Asistíamos a los santos oficios, debidamente liberados en el confesionario de nuestros recurrentes y deliciosos "pecados solitarios", aunque estuviéramos con la mente puesta en las chicas con las que paseábamos carrer nou arriba ravaleta abajo, única actividad erótica permitida en aquellos años de plomo. Pobre Nazareno, personaje tan admirable como humilde y campechano, que solo nos pedía que nos quisiéramos un poquito y nos perdonáramos unos a otros…

MIÉRCOLES, 12
¿Y qué decir del desconcierto metafísico de los culés?… Fue bonito mientras duró. Sic transit gloria mundi.