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VIERNES, 10
Aunque Trump sigue con su diarrea tuitera crónica, me propongo descansar de él aunque un amigo un tanto asilvestrado trate de hacerlo vía e-mail asegurándome que si el magnate neoyorquino se presentara a unas elecciones menorquinas, arrasaría... Visto lo visto, más razón para depositar alguna esperanza en un no tan hipotético impeachment, ya saben, lo que le hicieron al tramposo Richard Nixon, mandarlo a su casa por una posverdad de nada, mientras Mr.D.T. ya lleva varias en un mes y algunas de magnitud oceánica.

Y fin por hoy, porque toca hablar de castas y anticastas, las primeras en un plácido congreso en el que el debate se circunscribe en si son gaviotas o charranes mientras sobrevuelan drones del caso Gürtel y los congresistas se ponen de perfil. En cuanto a los anti casta, la controversia es bastante más interesante aunque, como es habitual en este país, se lleve al terreno personal. Y no lo es o no del todo ni mucho menos. Por lo que puedo colegir desde mi altillo/observatorio de invierno, se trata de un debate político entre un concepto de izquierda de barricada (Iglesias) y otra de tintes socialdemócratas, y pactista con otras fuerzas de izquierda (Errejón). Intelectual y políticamente me parece mucho más sólido Íñigo, pero en política y en otras muchas facetas de la vida hoy día prevalecen las emociones. Y así le va al mundo.

SÁBADO, 11
Salgo al jardín a trotar un rato (¿footing, jogging, running?) bajo la atenta mirada de Allen que me observa con expresión de Obelix ("están locos estos humanos"). Me gusta correr media horita mientras escucho la radio alrededor de las diez de la mañana, cuando la SER suele ofrecer una magnífica entrevista con intelectuales, politólogos o científicos, es decir gente de mal de vivir para quien sabemos y que no voy a nombrar porque no quiero hablar de él. Pero la entrevistada de hoy, responsable de ATTAC, la Asociación por la Tasación de las Transacciones Financieras lo saca a colación una y otra vez, incidiendo especialmente en su desprecio a la ciencia, lo que le lleva al negacionismo del inmenso peligro para el planeta que supone la continua cremación de combustibles fósiles…

Al mediodía en el Anatea, alguien interrumpe nuestras disquisiciones sobre la textura del tartar de carne, para asegurarme que Trump, a pesar de sus formas, lo hará mejor que Obama, quien «no sabía nada de nada», que Rajoy es un «maricomplejines»y que Aznar ha sido el mejor presidente de la democracia. Farfullo alguna réplica desganada pues mis afanes están en el tartar compartido (no vaya a ser que mis amigos aprovechen mi secuestro), y rápidamente vuelvo a la degustación, he dicho que no iba a hablar de Trump y menos ganas tengo aún de hacerlo del presuntuoso malcarado de Aznar.

DOMINGO, 12
Como un aldabonazo resuena en mis sienes el artículo de hoy en «Es Diari» del director y sin embargo amigo, Josep Bagur, titulado "Terra de Vent" en el que explica que lejos del buen rollo del que alardeamos los menorquines en nuestro pretendido oasis isleño, hay un gusano que nos corroe, el de la mala leche cibernética. Nos cuenta Josep que una gran parte de los comentarios que llegan al diario digital menorca.info no se pueden publicar porque contienen insultos, imputan delitos a algún político y chorrean cinismo por todos sus poros. Remata su comentario revelando que cuando desde «Es Diari» se ha intentado que solo pudieran comentar una noticia personas debidamente identificadas, el número de comentarios ha caído espectacularmente, y añade que esto no sucede en otros lugares con mucha más población que Menorca…

No puedo decir que me sorprenda por cuanto en mis más de cincuenta años como articulista de «Es Diari» atesoro una amplia colección de agresivas cartas anónimas y que ya en la época del e-mail me obligaron a cerrar mi blog, pero me ha impresionado que la producción de mala leche sea más intensiva en Menorca que en otros lugares. No atino con una explicación. Salvo que la isla esté llena de trumpitos, como me insinúa mi amigo ácrata de derechas. Vaya, otra vez Él…

LUNES, 13
Como me temía, ganó Pablo Iglesias y su discurso populista. Tampoco en la izquierda gustan los discursos demasiado intelectuales, como el de Errejón. Directos y al mentón de la casta. Es su elección, como lo fue la de los norteamericanos… Vaya, Él otra vez.

MIÉRCOLES, 15
Preso de una afasia futbolera súbita por un brote de fiebre parisina, reviso titulares del día: «Asesores de Trump mantuvieron contacto con la inteligencia rusa durante el año anterior a las elecciones con el objetivo de denigrar a Hillary Clinton»… Y favorecer el advenimiento del Innombrable… Impeachment ya!