Francia estrenó con el año una nueva norma, dentro de su reforma laboral, que promete traer cola: el derecho de los trabajadores a desconectarse fuera del horario de oficina. Decir 'no' por ley a la obligación de responder un mail, una llamada o un mensaje de móvil cuando uno ya ha cumplido con sus horas y le corresponde un espacio y un tiempo a su familia, a su descanso, a sus ocupaciones personales. Es una regulación adelantada, pionera, que combate los aspectos más negativos de la tecnología, la hiperconexión, el control en todo momento de las personas, la adicción de algunos empleadores a esa respuesta obligada e inmediata del subordinado, la dificultad de éste de dar una negativa, de plantarse ante un requerimiento laboral a destiempo por miedo a las consecuencias. Circunstancias todas ellas que más que ayudar a mejorar el rendimiento y la productividad los empeoran, pero que siguen vigentes. Son la cruz de la moneda de la tecnología, que en su cara más amable tanto nos facilita la vida en otros aspectos y que también ha significado -y significa, porque el cambio es constante-, una revolución en el trabajo.
Vía libre
Derecho a activar el buzón
10/01/17 0:00
También en Opinión
- Giro de 180 grados en la Seguridad Social: El Gobierno da la vuelta a la edad de jubilación este 2025
- Empresas de alquiler turístico estallan contra el Consell de Menorca: «Su campaña es ofensiva»
- Fallece un hombre tras quedar inconsciente en la calle en Maó
- La mejor hamburguesa de Menorca se cocina en Cala Blanca
- El emblemático Bar Peri de Es Migjorn se pone a la venta ante la falta de relevo generacional