Jaume Gomila, cuestionado y erosionado en Mallorca: ¿aguantará todo el 2017?

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Dirige Maite Salord su mirada inquieta, en estos días de reeencuentro familiar, hacia el tramo final de su mandato. Ya ha transcurrido el 75 por ciento. Según el acuerdo firmado in extremis el 3 de julio de 2015, a menos de 24 horas de la constitución

del Consell, la institución tendrá dos presidentas. El pacto establece una «presidencia compartida por turnos de dos años». A Salord le quedan seis meses para presentar la dimisión y ser relevada por Susana Mora.

No prosperó el primer acuerdo, según el cual Maite Salord iba a desempeñar la presidencia del Consell durante los cuatro años en un gobierno en minoría formado por Més y Podemos -que suman el 31 por ciento de los votos- y tres consellers no electos, donde el PSOE era ninguneado. Pep Mir lo resumió con un luminoso titular: «El extravagante pacto de la silla». El portazo de Santiago Florit hizo saltar por los aires lo que era inviable por imposible.

Jaume Gomila, cuestionado y erosionado en Mallorca: ¿aguantará todo el 2017?

La negativa de Florit a investir a Salord obligó a rectificar. A pesar de que, desde las filas del PSOE, el exalcalde de Alaior, Pau Morlà, aseveró que «no hay que estar donde no se te quiere» y Edurne Ayastuy advirtió que «Susana Mora no debe gobernar con

personas que no se fian de ella», se formó el gobierno tripartito, pero con el pecado original de la desconfianza mutua.

Salord no cubre todos los frentes. La última entrada en su blog es del pasado 19 de junio. Explica: «I fins aquí la crònica dels dos plens del mes de maig del Consell de Menorca. La setmana que ve faré la dels dos plens de juny, si entre festes i eleccions trob el moment… Bon Sant Joan a tothom!». Cuando lo reanude, podrá escribir la crónica de los plenos celebrados desde junio.

El vodevil de Podemos

El 21 de diciembre es el día en el que la presidenta del Parlament fue expulsada de Podemos. El partido de los círculos escogió

el mismo día de la aprobación de los presupuestos del 2017 para anunciar la resolución, que conocieron primero los medios de comunicación, a través del inefable Alberto Jarabo, y después fue comunicada al Govern.

Una decisión de este calibre y con impacto en los medios nacionales, además de dinamitar la estrategia tejida por Francina Armengol para 'vender' las bondades de las cuentas autonómicas del próximo año, irritó y descolocó al PSIB-PSOE y a los dos Més.

Una vez más, los tres partidos del tercer Pacte constataron, incómodos y desconcertados, la precariedad y la improvisación con

que actúa Podemos en Balears. Coinciden y concluyen en que Jarabo -entre la torpeza y la bisoñez- no sabe gestionar una crisis

que tampoco logra cerrar. Desde Més, David Abril califica la situación de «espectáculo» y «vodevil» que deteriora la estabilidad

institucional. Con este sainete el PP no necesita ejercer la oposición.

Para evitar males mayores y al presagiar nuevas tormentas en la travesía hasta las elecciones de 2019, los socialistas cuestionan la

continuidad de Podemos en la presidencia del Parlament que reclamen para ellos mismos. Pero Més se niega a que el PSIB PSOE

incremente su representación institucional.

La primera crisis

La confección de las candidaturas para las elecciones generales de diciembre del 2015 provocó la primera crisis en Podemos. La segunda, durante el 2016, tiene a la diputada Montse Seijas como protagonista menorquina.

La vicepresidenta del Consell, Cristina Gómez, dimitió del Consejo Ciudadano tras frustrar Podemos desde Madrid, con el 'amén' de Jarabo, la candidatura conjunta al Senado que habían promovido Més perMenorca, Esquerra Unida y el partido morado. La gota que colmó el vaso consistió en la sustitución -también decidida desde Madrid- de Mae de la Concha por Juan Pedro Yllanes para encabezar la candidatura de Podemos al Congreso en Balears. Ahora Gómez firma el manifiesto de Sineu, «El Podem que volem», crítico con la dirección, o sea, con Jarabo.

Gomila, desaparecido

Pregunta Nacho Jiménez, redactor de Cultura de «Última Hora», dónde está Jaume Gomila. Explica que «ha pasado de acudir

a todos los 'saraos' a estar totalmente missing. Ni siquiera está activo en las redes sociales. Si no está en la red, no existes». «Mucho se habla -añade- de un posible cese o una dimisión de Jaume Gomila, porque según un 'run run' que corre como la pólvora en los corrillos culturetas, su labor al frente de la Dirección General de Cultura no está siendo todo lo satisfactoria que se desearía.

Desde la Conselleria niegan todas estas 'habladurías', aunque también acusaban de 'chisme' la dimisión de Esperança Camps y

miren lo que pasó después». Concluye Nacho: «cuando el río suena, agua lleva. La transformación del IEB en un nuevo organismo

con más competencias, illenc, capitaneado por Josep R. Cerdà, podría ser la clave».

PREGUNTAS DE LA SEMANA

¿Cuántos menorquines afectados por las cláusulas-suelo en sus hipotecas conseguirán recuperar su dinero?

¿Construirá el Govern el segundo colector para evitar los vertidos en el puerto de Maó?

¿Trasladará el Ministerio de Justicia a Maó los juzgados de Primera Instancia de Ciutadella hasta que no dispongan de una sede digna?

¿Cuándo y por qué decidió Podemos cambiar la enmienda que había presentadopara destinar el próximoaño 1,9 millones a la depuradora Maó-Es Castell?

¿Serán incluidas las obras de saneamiento de Na Macaret en el Plan Hidrológico de Balears al no haberse firmado el convenio anunciado en 2009?