Bebé. Sí, viene otro varón de camino que en unos meses hará madre a mi hermana, que se estrena. Y su hijo me hará tía, que me estreno también. Vamos a celebrar unas Navidades muy retoños. Es el momento de desprenderse de cosas materiales para darles nuevamente vida. Escribo estas palabras para pasar el duelo de la ropita de mi bebé, su minicuna de colecho, sus mantitas, y muselinas. Lo compras con amor, con la ilusión de llenarlo y cuando pasa el tiempo lo vas guardando por si viene otro, sea tuyo, de tus hermanos o de las amigas. Todo está en buen estado, es la belleza de guardar la esencia de tu bebé. Y te das cuenta que en meses se hace grande y que todo lo que doy ha dejado de ser suyo, ya tiene un nuevo dueño. Le iré pasando ropa (siempre en buen estado), excepto los zapatos. Aquí hago un inciso. Los zapatos no deben heredarse, ni siquiera deberían de comprarse de segunda mano, ni compartir. Ya que cada uno pisa de una manera muy diferente. Dicho esto, hace unos años abriendo armarios de la casa de mis padres hallé ropa de cuando mi hermana y yo éramos bebés...
Supervan Family
Cuando viene otro
07/12/16 0:00
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