Cuatro horas y cuarenta y un minutos, ni uno más ni uno menos. Es Migjorn Gran tiene bien contabilizado el tiempo que estuvo este domingo sin energía eléctrica. Desde el primer café de la mañana -ese que no te puedes tomar porque la vitro no funciona ni tampoco recalentar en el microondas-, hasta el rato de siesta en el sofá ante la película de serie B que hace de somnífero cuando la televisión funciona. Por no hablar de móviles sin recargar, ordenadores, neveras, playstation y hasta el agua corriente si las bombas impulsoras de los depósitos quedan sin corriente. Los hogares se paralizan y qué decir de bares, comercios y otros negocios, a los que el corte de luz les cuesta dinero. El Ayuntamiento ha elevado su queja, pide soluciones a la empresa suministradora contra los apagones.
Vía libre
Corriente sin mácula
08/11/16 0:00
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