Tiziana Cantone, una joven italiana, es la última víctima del escarnio público, de la mofa y de una espiral de vergüenza imparable en internet que acabó recientemente con su suicidio. Se ahorcó tras meses intentando que unos videos sexuales subidos a la red -al parecer por un presunto exnovio-, fueran frenados, y con ellos, la chanza cibernética y el linchamiento de todos los miserables que se escudan en el anonimato para insultar y destruir. Inició una batalla legal pero fracasó, su pecado más que cualquier otro, fue la imprudencia, y el precio pagado demasiado alto, porque ahora cualquier fallo, si se expone, nos conduce a la hoguera, y las mujeres -junto con los niños y adolescentes que sufren acoso escolar-, parece que somos las víctimas más fáciles.
Vía libre
Hoguera moderna
04/10/16 0:00
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