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Cómo? ¿Qué dice? Sí, de acuerdo. Si es para una encuesta del CIS sobre como educamos a nuestros hijos, tengo cinco minutos para usted. Yo soy un padre muy implicado sabe. Me preocupo mucho por mi pequeño Luisito. Sí, sí nueve años... el niño claro, ah ¿yo?, pensé que me hablaba de mi hijo, yo treintaiocho, casi cuarentón vamos… pero en forma que voy al Gym. Pensé que eso del Centro de Investigación Sociológica era una quimera, como los unicornios azules que cantaba el rojeras cubano Silvio Rodríguez, encontrar a un político de izquierdas solucionando cosas, o a un murciano que vocalice… espere, no será para venderme nada, ¿verdad? De acuerdo continuemos.

Sí por supuesto el niño va al cole, el más caro que he encontrado, me cuesta una pasta pero yo quiero lo mejor para mi niño, y lo privado funciona mejor que lo público, ¿no? Además, la educación pública adoctrina a los niños, sin embargo yo le llevo a una escuela religiosa donde le enseñan como Dios manda, en total libertad, vamos.

¿Actividades extraescolares? Por supuesto. Los lunes, miércoles y viernes le llevo al Oxford Superguay School, ya sabemos que hoy en día sin inglés tienes menos futuro que la working class. Los martes y jueves de cinco a siete lo llevo a piano, la música desarrolla nuestros sentidos, cuando mi mujer estaba embarazada le poníamos música clásica con cascos en la barriga y algún tema de La Oreja de Van Gogh, tal vez me salga un Mozart, o un Julio Iglesias. Los lunes, miércoles y viernes, después de inglés, da clases particulares de tenis, el deporte es importante y Luisito muestra maneras, igual me sale un Nadal. Los martes y jueves, después de piano, le llevo a informática, los ordenadores son el futuro, no puede faltar, quien sabe, igual me sale un Bill Gates. Y los sábados por la mañana lo llevo conmigo al campo de golf de mi suegro a dar unos golpes, es importante el tiempo de calidad con los padres.

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Durante la semana trabajo mucho, para que no le falte de nada, y la última canguro que he cogido no es muy espabilada, encima que les damos trabajo cuando vienen de fuera, ya me entiende. Mi mujer cuando vuelve de yoga, todo estresada, me lo confirma: «Luismari, la canguro no es muy espabilada», ya van cuatro este año
2 De acuerdo. Lo intentaré, respuestas más cortas. Sí por supuesto el niño lleva una alimentación muy variada. Le compramos siempre los zumos sin azúcares añadidos. Los yogures con trozos de fruta. Los refrescos siempre son sin cafeína. La pizza de la mejor, no de la de microondas. Todos los viernes pedimos sushi, a mi mujer le encanta, cuando viene del peeling semanal me lo dice: «Luismari, los viernes, quiero sushi». Es el único día que come hidratos después de las seis de la tarde, le dije que a ver si era como un Gremlins y le salían bultos en la espalda si comía pasta para cenar. Pero la broma no le gustó, y me lo dijo. «Luismari, esa broma no me ha gustado». Me quedó algo zafia, o sea, algo como de barrio bajo, lo reconozco.

No se ponga así. Vale, me dijo que respuestas cortas pero… bueno le dejo que tengo que recoger a Luisito de informática y llevarlo al psicólogo infantil. El otro día la canguro notó algo extraño cuando Luisito quemó el sofá, metió su Iphone en el váter y lanzó el Ipad contra la tele UltraHD 4K… ya he comprado otra claro. Igual es un TDA, o algo así… a ver si me dan unas buenas pastillas que voy por la privada… Ya sabe que funciona mejor que la pública…

Suerte, Luisito. Feliz jueves queridos lectores.