Llegó el verano hace unos días, un verano suave no muy intenso de calor, pero sí intenso de niños. Son días locos en los que los horarios pautados se diluyen cuando viene algún familiar de vacaciones, la tía de Valencia. Los niños quedan más libres, más allá de una tanca de pared seca. Las amistades, la familia nos reunimos más que en invierno para compartir el buen tiempo y los niños lo notan, saben que han cambiado de temporada no por los rayos del Lorenzo sino porque se hacen más cosas y «mamá me deja jugar más». Pero es todo un ejercicio, y saber delegar. porque los hijos no son solo de los padres. Los pequeños durante el invierno tienen unas pautas marcadas por la luz solar, sobre las 19.30h baño, pijama, cena, y a dormir. Y a las nueve ya reina el silencio en casa. En época estival ya no cuela tanto porque no cae la luz hasta las nueve. Y después hay que saber ser flexible con las visitas de familiares, hay que dejarles que se encaramen más a los brazos de la tía, o del abuelo y escuchar más sus carcajadas cuando están con ellos. Perfectamente saben, estos seres diminutos, que tienen que hacer sus rutinas: desayuno, comida, cena, vestirse, bañarse e irse a dormir.
Supervan Family
La tía y el sol
06/07/16 0:00
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