Respecto al título de este artículo, perdón por la forma de señalar pero es que lo de Pedro Sánchez es como si se lo hubiera mirado un tuerto. Sin el lodazal de los ERE de Andalucía, que ahora le afecta de lleno, ya tengo dicho desde las páginas de «Es Diari» que el PSOE o como dicen los andaluces «la PSOE», hace tiempo que debió de hacérselo mirar. Podemos junto a IU van a dejarlos como tercera fuerza política. Y recuperar la hegemonía de volver a ser el partido más votado, les costará 'dios y ayuda'. Es probable que tengan que pasar años donde los demás partidos tercien en hacer las cosas lo suficiente mal hechas para que la ciudadanía vuelva a darle al PSOE otra oportunidad.
Lo de la Junta de Andalucía con Chaves y Griñán a la cabeza, tres semanas antes de las elecciones contándolo desde el día 1 de junio, es como si al PP y a Podemos les hubiera tocado la lotería. No me extraña que estén frotándose las manos. Sirve de poco o de nada que viendo la que está cayendo Felipe González o Susana Díaz abran ahora el paraguas de la honradez de Chaves y Griñán.
Lo máximo, y eso siendo generosos, que la ciudadanía puede aceptar, es que personalmente ellos no se lucraron de esos más de 800 millones de euros volatizados. Pero es completamente inaceptable su falta de celo y calidad como gestores y responsables máximos de la administración del gobierno que presidieron, que no solo fue una gestión nefasta en ese aspecto si no que además, si hablásemos de omisión, deberíamos decir que ésta habría sido digna de ser sancionada con la máxima pena que permita nuestro código penal. Un presidente autonómico que cobra lo que cobra y que tiene los privilegios que tiene, debe por lo menos dar ejemplo de que se gana lo que el pueblo le paga. Y si no sirve para ocupar tan alto magisterio, ¡coño! Que se dedique a echar peonadas cosechando aceitunas.
El daño que esta gente, junto con 24 ex altos cargos más de la Junta de Andalucía, para el PSOE en primer lugar pero también para la política en general, es demoledor. Máxime cuando el magma de putrefacción de la política socialista se junta con la corrupción del PP, entonces se convierte en un gigantesco caldo de cultivo que acaba con la empatía del ciudadano hacia el político como lo hacía el mismísimo caballo de Atila con la hierba que pisaba.
Lo del ERE de Andalucía viene a demostrar lamentablemente que en política en todas partes cuecen habas. En Andalucía, en Valencia, en Madrid y en un largo etcétera más a calderadas.
No sé cómo los políticos son de tan escasas entendederas que aún no han caído en la cuenta que esta situación tan obscenamente escandalosa de la corrupción ya no hay quien la aguante y que más pronto que tarde los paisanos acabarán por cansarse. Entonces puede que se llegue a la respuesta incontrolada. Será cuando vendrán las quejas inútiles, como les pasa ahora al PP y al PSOE, cuando no se daban cuenta que en sus torpezas de la gestión ciudadana empezaba a engendrarse una criatura política que se ha autobautizado más tarde como Podemos.