No lo entiendo y me gustaría. Acaba de terminar la Trail Menorca Camí de Cavalls y a la hora de hacer el balance los puntos negros se magnifican. Cuando debería quedarme con lo positivo, tanto a nivel personal como trabajador, como a nivel económico como menorquín, como a nivel deportivo como corredor, los peros crecen y me preocupan más que los bravos. Y no lo entiendo.
La carrera, como la verdura, puede que no sea del agrado de todo el mundo. Habrá quien sea incapaz de verle nada bueno a que a mediados de mayo un millar de personas –tirando muy bajo- se desplacen hasta Menorca para correr y formar parte de la leyenda y de la historia del Camí de Cavalls. No son turistas del 'todo incluido' ni tampoco de los que aparcan su culo en la playa hasta nueva orden. Pertenecen a un grupo, el del turismo activo, que nos visita por algo más y que vienen con la lección del respeto hacia la naturaleza aprendida de casa.
Entonces, ¿para qué algunos menorquines o residentes en Menorca boicotean la prueba arrancando parte de la señalización que puntualmente se coloca para reforzar el trazado y la seguridad de los corredores? Este pequeño punto me gustaría entenderlo. Porque si son la misma tropa del «este tipo de pruebas erosionan el camino», ¿la inactividad económica erosiona la economía del lugar? O, directamente, ¿de qué trabajan si pueden vivir sin necesidad de turistas?
A Víctor Truyol y Mito Bosch, como organizadores de la prueba, y a muchos otros con iniciativas similares, se les debe agradecer fuerte y mucho que hagan oídos sordos de según qué sandeces y le echen el valor suficiente para montar eventos de este tipo. Y más cuando son los primeros que a los participantes les explican, antes de su llegada, que Menorca es una Reserva de la Biosfera, todo lo que ello implica y cómo deben comportarse en zonas de especial fragilidad natural. O penalizando deportivamente a los que arrojen papeles.
Si la Menorca deportiva es suficientemente atractiva promocional, turística y económicamente, ¿por qué no centramos los esfuerzos en buscar maneras de garantizar el cuidado del Camí de Cavalls, como por ejemplo un plan de mantenimiento potente, en lugar de obstinarnos en que no se haga nada?
Ya te digo, amigo lector, yo no lo entiendo. Porque cuando no son pitos son flautas. Y si no, panderetas. Pero parece que hay un sector que quiere Menorca exclusivamente para los menorquines. ¿Qué empleo en la Isla no precisa de turistas?
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