08/05/16 0:00
Campaña sobre campaña… casi como un villancico. Somos votantes compulsivos y dados al voto de castigo, porque el programa habría que leerlo y reflexionar sobre lo que nos proponen, pero nuestra ajetreada vida social no da para tanto. De urna en urna y voto porque me toca. El bipartidismo se resiste a morir. Imposible el acuerdo de mínimos entre el 'indecente' y el 'miserable', de ahí el inmenso poder de las bisagras (con perdón). Podemos empeorar, desde luego, si seguimos sin un gobierno estable después del 26 de junio. Como si no nos jugásemos nada y los problemas se arreglasen solos… Pero somos ácratas antes que demócratas. Si no mandan los míos, prefiero que no mande nadie.