Un ministro que forma parte de un Gobierno que en estos momentos no está respaldado por los votos de los ciudadanos quiere dirigir, intervenir y controlar la política económica de un gobierno que sí tiene toda la legitimidad de las urnas. El ministro es Cristóbal Montoro, que está en funciones, pero que funciona como un reloj a la hora de presionar a las comunidades autónomas para que cumplan con la obligación de no gastar más de lo que tiene comprometido. Visto así, parece un buen propósito, pero esas buenas intenciones se difuminan cuando se analiza en detalle esa presión porque todo ese ímpetu coercitivo que pone Montoro sobre la mesa de Francina Armengol no lo puso cuando quien se pasaba de gastos de José Ramón Bauzá, o sea, el PP, o sea, el partido al que pertenece Cristóbal Montoro.
Las rebajas del ministro en funciones
20/04/16 0:00
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