Llegan a la edad dorada de la jubilación o son pensionistas por otros motivos y desean viajar, a buen precio -que no gratis-, a destinos que no pudieron conocer antes, cuando el horario laboral o el cuidado de los hijos marcaba sus jornadas, sus vidas. Son los turistas del Imserso, fieles, cada invierno se les ve pasear por nuestras calles desiertas, ocupan plazas de hotel que de otro modo quedarían vacías o abocadas al cierre por fin de temporada, y aunque no puedan quizás permitirse grandes dispendios, se toman su cafecito y compran aquellas ensaimadas típicas y souvenirs para hijos, nietos y amigos. Pasean por los centros históricos, se interesan por las iglesias y monumentos, no han venido a tomar el sol, sino a conocer y descansar.
Vía libre
Mayores, no tontos
29/03/16 0:00
También en Opinión
- El caso de un restaurante de Maó: «No podemos servir cenas porque no hemos encontrado personal»
- El famoso actor que los vecinos de Es Canutells han visto en este velero de lujo
- La frase más repetida esta temporada turística en Menorca: «Más gente, pero menos gasto»
- Cinco heridos leves en un accidente en el polígono de Maó
- La calidad de los hoteles de Menorca se dispara y la oferta de tres estrellas se pierde