28/02/16 0:00
Entre la avalancha de noticias que nos llegan continuamente, produciendo un verdadero empacho informativo, unas nos afectan más que otras. Nos pueden alegrar, sorprender o entristecer... puesto que la cognición es indisociable de los sentimientos. Me entero de que ha fallecido el profesor Umberto Eco y a la sorpresa le sigue una reacción de pesar por la pérdida del autor de «El nombre de la rosa». Fue un hombre de libros y bibliotecas, que en el tramo final de su vida vio la aparición y triunfo de Internet. En un vídeo que se difunde por Facebook, aparece paseando por la suya particular, que es como un laberinto para el que la observa sin conocer el orden subyacente, en esa acumulación interminable de miles de volúmenes.