Qué nervios, ya no lo puedo aguantar más, tengo la caja de valerianas agotada. Las rodillas me tiemblan y no puedo dormir, siento sobre mis hombros una enorme responsabilidad. Ni los sabios consejos de Bruce Lee me pueden relajar, ya no me sirve lo de «be water my friend», ya no puedo ser agua y adaptarme a todas las situaciones porque me han dicho que son las elecciones mas decisivas en cuarenta años, que habrá un antes y un después en nuestras vidas y que el futuro del país está en nuestras manos, en nuestro voto, en nuestra papeleta, vaya ralladura, ¿no?
Tal vez sean los daños cerebrales irreversibles que me han causado tanta mitin y tanto debate político, pero mis neuronas no acaban de conectar para decidir a quién debo votar. Me gusta tanto perder el tiempo que me he leído los programas electorales de los partidos políticos, no me ha servido de nada porque me acordé de que nunca los cumplen. Uno no quiere ser mal pensado, pero tengo presente la célebre frase aquella que decía algo así como que el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla, que nadie se enfade pero me parece que hay algunos que tienen memoria de pez, porque la historia en muchas ocasiones es cíclica y los errores se repiten más que la fabada.
Es tanta la presión que casi me olvido de la Navidad, creo que les di a mis hijos unas papeletas de propaganda electoral para que escribieran su carta a los Reyes Magos. Puestos a elegir la fecha más inapropiada para hacer unas elecciones es una lástima que no las hayan puesto para el 7 de enero, al menos nos quedaría la baza de escribir a los tres Magos de Oriente pidiéndoles un deseo.
Y es tanto el machaque televisivo para hacernos sentir que estamos ante un momento histórico, que nos estamos olvidando de cuestiones tan importantes como que el precio del turrón ha subido un 15 por ciento por la escasez de avellanas, al parecer la sequía de Estados Unidos, unida a la fuerte demanda de China e India, hace que la avellana escasee y eso influye en el precio de nuestros turrones, pero ahí estamos nosotros comprando como si no hubiera un mañana, y de esto nadie habla queridos lectores, ni de esto ni de temas tan trascendentales como que Kim Basinger y Mickey Rourke se han operado tan mal que ahora parecen muñecos de cera. No todo va a ser votar, habrá también que ir a la compra, habrá que ducharse para oler bien, habrá que cortarse las uñas y disfrutar con el coliderazgo en Liga del Atlético de Madrid, habrá que vivir antes y después del 20 de diciembre. A lo mejor tenía razón el viejo libertario y lo importante no es lo que hagas el día de las elecciones, sino lo que hagas el resto del año, yo que sé, tengo un lío tamaño cabeza de Piqueras.
Para intentar deshacer este nudo gordiano entré en la página de Internet aquienvoto.org, en dicha página hay un test que mediante una serie de preguntas te dice cual es el partido que más se acerca a tu ideología y te ayuda a decidir; pues bien, cuando acabé el test el resultado fue: Vota a Chewbakka. Me quedé perplejo y enseguida pensé que algún hacker había saboteado mi ordenador, pero después me di cuenta de que me había equivocado de página y había entrado en una de fans de «La Guerra de las Galaxias», es lo que tienen los nervios que nos llevan donde menos pensamos. Llegados a este punto decidí relajarme y echarme una cabezadita soñando que Chewbacca me acunaba entre sus peludos brazos, al final mañana saldrá el sol sí o sí.
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