Para algunos devotos de la ciencia, aquello que no se puede ver o medir no existe. Es el precio que están dispuestos a pagar por la certeza. Para evitar la superchería y la superstición, acaban por reducir la realidad a lo que pueda caber en su mirada. A principios del siglo XX, el conductismo era el modelo predominante en Psicología. Para emular el empirismo de las ciencias naturales, sólo admitía el estudio de lo que es directamente observable de nuestra conducta. De ahí surgió la metáfora de la «caja negra», es decir, aquellos procesos que ocurren en el interior del organismo: sentimientos, pensamientos, deseos, ideas... que quedaban excluidos de su interés científico por un problema metodológico irresoluble. Pero renunciar al estudio de lo que no podemos ver, no impide su existencia.
Sin flash
Domingo de Resurrección
05/04/15 0:00
También en Opinión
- Hallan el cuerpo sin vida de un hombre de 39 años en Ciutadella
- Detenida una joven de 22 años por dejar morir a su bebé tras dar a luz en un inodoro en Maó
- El joven que recibió el brutal cabezazo en Es Pla no tuvo asistencia médica
- Menorca logra 10 medallas en el World Cheese Award: estos son los quesos ganadores
- Puertos saca a concesión el restaurante del faro de Artrutx: esto es lo que cobrará cada año