Vía libre
Licencia para degustar
06/01/15 0:00
Resulta inevitable. Buscamos nuevas experiencias, también gastronómicas, cuando viajamos pero es agradable comprobar, y más cuando estamos lejos, que algunos de los productos locales también triunfan en el exterior. Sabores que nos son conocidos, como el del queso menorquín, y que buscamos con la mirada entre la hilera de productos que se extienden tras el vidrio de cualquier charcutería o tienda. Lo tienen o no lo tienen, pensamos inquisitivos. Muchos de los que residen en otros países se llevan una alegría cuando comprueban que sí, porque comer es algo más que alimentarse, también está asociado a momentos, paisajes, gentes. Y por un taquito de queso o un poco de jamón ibérico también, hay que admitirlo, se puede sentir añoranza.
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