A estas alturas, todavía no se te habrá consumido el subidón del cambio del año. Estarás, imagino, tramitando la inscripción en el gimnasio de turno que el lunes entregarás puntualmente a las 7.30 porque te has propuesto cada día robarle un rato al sueño y convertirte en el próximo David Beckham, sin saber que el único día que irás con esa motivación y a esa hora será el primero. Que nos conocemos. Puede que aún estés resistiendo estoicamente lo de no encenderte el pitillo porque prometiste dejarlo después de tomarte la duodécima uva. Luego, cuando saliste de parranda y te entró el mono, echaste un par de caladas que en realidad no cuentan porque tú controlas y llevas desde el jueves por la tarde de mal humor cuando no pudiste calmar la resaca compartiendo tus penas con el señor Malboro.
Asseguts a sa vorera
Pitis, dietas y el inglés
03/01/15 0:00
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