Aquí, lo que importa, es que os la han metido doblada, hasta el fondo y sin un ápice de amor. Lo demás, es secundario. El pequeño Francisco Nicolás os ha dejado en ridículo en el enésimo capítulo de esta tragicomedia de estafadores y corruptos que es España. Cada vez que alguien le cita y acto seguido lo califica de embustero, farsante y vete tú a saber qué, no puedo más que discernir, quitarme el sombrero y aplaudir. Porque donde la mayoría ve a un muchachote malcriado y con ansias de poder, yo veo a políticos, empresarios y demás, que se presupone que están en la cúpula del poder o, al menos muy cerca, que han quedado como una banda de panolis. Retratados como pocas veces. Desenmascarada su incompetencia, su inutilidad y la de sus consejeros. Para mi lo grave no es solamente la mentira sino la facilidad con la que se lo han tragado.
Asseguts a sa vorera
Embusteros y panolis
Y no me vengáis con un escudo de ingenuidad. Porque el lobo, aunque se vista con piel de cordero, sigue siendo imbécil
01/11/14 0:00
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