Vivimos en la llamada sociedad de consumo; todo está basado en esa palabra, consumir: lo que unos producen tienen que consumirlo los demás y viceversa. Ahora bien, no sé si el más rico es el que produce más o el que consume menos, ni tampoco sé cuál de ellos es el más feliz. A todo esto, creo que vale la pena echar mano de una frase de Eduardo Punset que afirma literalmente que «a la sociedad le interesa que usted consuma y que piense que consumir le hace feliz». Será por eso que todos los anuncios publicitarios recurren al cebo de la felicidad. Uno será más feliz usando el producto indicado. Pero qué es la felicidad? Creo que hay tantas definiciones como personas en el mundo, sin embargo voy a recurrir otra vez a una frase célebre, cuyo autor es Albert Schweitzer: «La felicidad es sencillamente buena salud y mala memoria». Llegados aquí algunos se preguntarán qué es consumir. Consumir debe de ser, básicamente, transformar una materia en otra, puesto que en este mundo nada se crea, todo se transforma. Todo menos el alma, según Petrus Jacobus Joubert, que afirma que «el alma es una materia luminosa que quema sin consumir». Esto a nosotros nos lo decían del infierno.
Les coses senzilles
Consumo
Vivimos en la llamada sociedad de consumo; todo está basado en esa palabra, consumir: lo que unos producen tienen que consumirlo los demás y viceversa
20/10/14 0:00
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