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El Ministerio de Defensa ha iniciado una especie de mercado de propiedades con el objetivo de liberarse de cargas y procurarse algunos ingresos. En esta dinámica, parece que el organismo estatal pretende además dejar zanjado el viejo asunto de los terrenos sobre los que se encuentra el Real Aeroclub, circunstancia que como es lógico inquieta a sus socios y la administración pública. Son muchos metros cuadrados, a un precio de salida realmente alto, con una calificación urbanística nada favorable para obtener un buen rendimiento y en un momento de complicada coyuntura económica, sobre todo para el sector del ladrillo. Este contexto puede jugar a favor de los intereses del Real Aeroclub, es decir, puede propiciar que nadie se interese por los terrenos. Aun así, valdría la pena realizar un esfuerzo para resolver este asunto de una vez. Es la hora de la política, de levantar el teléfono y procurar una solución óptima, no solo para el Real Aeroclub sino para el conjunto de la sociedad menorquina. El Ministerio de Defensa, por su parte, no debe en ningún caso tratar al Consell o a la administración que sea como un simple cliente más. Y lo mismo para los otros bienes infrautilizados que también salen a la venta.