Y tú más... pero que quede entre nosotros

Entre corruptelas legales y corruptelas morales la casta política está tocada y hundida, recordemos que es considera por los ciudadanos como el tercer problema del país por detrás del paro y de la economía. Y algo muy grave es que los políticos honrados de los grandes partidos implicados en estos casos miran para otro lado, justifican las actitudes o entorpecen la justicias. No son culpables por activa pero si lo son por pasiva. El servilismo a su partido, el amor por su silla y su sueldo público conseguido por el único mérito de medrar ente los suyos, les impide la autocrítica, la trasparencia, el ejercicio de la ética. Atacaran sin piedad la paja en el ojo ajeno y defenderán sin fisuras la viga en el ojo propio.

Y para pagar sus miserias y la de sus amigotes los banqueros y algunos grandes empresarios, se dedican a putear al personal con medidas injustas e incluso inhumanas: congelación de pensiones, recortes en discapacidad, recortes en sanidad y educación, subidas de impuestos a los más débiles y amnistía fiscal a los defraudadores, retirada de prestaciones a los parados, poniendo tasas en la justicia, desahuciando personas de sus casas, golpeando con sus porras a los manifestantes, y un larguísimo etcétera casi infinito.

Y saben que es lo más surrealista: ¡que dicen que lo hacen por nuestro bien, que los culpables somos nosotros por vivir por encima de nuestra posibilidades, que somos unos vagos y unos pícaros, que somos un pueblo de aprovechados ,que todos los que se manifiestan son delincuentes!, etc.¿ es que acaso nos han visto cara de gilipollas?.

Obviamente se debería reiniciar el sistema y se debería hacer profundizando en la democracia, luchando contra la corrupción, apostando por la trasparencia, aplicando leyes que favorezcan a los ciudadanos y no a los mercados, etc. porque no pasará mucho tiempo sin que salga algún líder populista y antidemocrático que sepa recoger el malestar general con discursos xenófobos y medias verdades, proclamando que la democracia no funciona y se ha de cambiar por otro régimen sin tantas libertades, ya saben lo de Le Pen en Francia o de los de Amanecer Dorado en Grecia.

No sé, queridos lectores, pero me temo que pase lo que pase si no movemos nosotros el culo seguirán ganando los de siempre, los de toda la vida, los que no se lo merecen, los del: "y tú más… pero que quede entre nosotros".