El FC Barcelona fue fundado en 1899 por un grupo de aficionados al "foot-ball", en su mayoría extranjeros con tufos elitistas, que el acaudalado suizo Hans Gamper convocó en la Ciudad Condal para promocionar aquel nuevo deporte inglés que tan de moda se puso en aquella época. El primer presidente de aquel club (en sus inicios y hasta 1940 denominado "Foot-Ball Club Barcelona") fue precisamente el inglés Walter Wild.
Los suizos siempre han tenido fama de precisos y certeros. Todos hemos leído, por ejemplo, sobre la exactitud con la que su héroe nacional Guillermo Tell disparaba las flechas. ¿Proviene de ahí la afición suiza por la precisión?
Hace unos días el FC Barcelona, desde siempre en manos de una burguesía que, en todas las situaciones históricas ha medido su patriotismo calculando su rentabilidad (su posicionamiento político es siempre una inversión a futuro), parece haber desempolvado el recuerdo de su fundador suizo al organizar y diseñar una maniobra multitudinaria precisa. Esta operación, que contó con la promoción entusiasta de todo el aparato mediático que abreva en las charcas del actual poder nacionalista, se realizó "con precisión suiza" (¿un homenaje a su fundador?) en el minuto 17 y 14 segundos de la primera parte del último partido jugado contra el Madrid. Una hora "o'clock".
Esta acción relámpago, casi propia de un acto de "Blitzkrieg", fue decorada con el previo reparto gratuito de 20.000 banderas tipo cubano ("Cuban alike") y, formado el micro cosmos adecuado, consistió en diluir las voluntades individuales de los aficionados que habían ido a disfrutar de un simple partido de fútbol entre dos eternos rivales para transformarlos en una masa inerme sutilmente abducida por las mieles de la utopía. En aquella hora H de aquel día D buena parte del Camp Nou clamó por Ítaca: "independència". Una muestra de expropiación de voluntades perfecta para, todos bajo la misma bandera, imponer la sumisión a las reglas de la masa teledirigida. A muchos aquella representación nos recordó las jornadas de las adhesiones inquebrantables de aquellos Primeros de Mayo franquistas en el Bernabeu. Otros, incluso, pensaron en el Campo Zeppelin de Nüremberg en 1933 (aunque ahora Leni Riefenstahl fuese sustituida por un fotógrafo panorámico de "La Vanguardia").
La democracia nunca es unanimidad, sino discrepancia. La unanimidad alentada desde el poder es solo una fiel muestra de totalitarismo. Los pueblos no tienen anhelos unificados, solo existen los intereses de unas clases determinadas que manipulan la realidad para conseguir sus fines.
La razón para mezclar esta maniobra política con un acto deportivo era forzar el recuerdo de una derrota, la caída de Barcelona, que sufrieron en 1714 los seguidores de los Austrias catalanes en la guerra de sucesión (que no de secesión) contra los Borbones. Aquella derrota formó parte de las luchas políticas generalizadas en toda España entra los partidarios de unos y otros (Borbones contra Austrias). La firma del Tratado de Utrech acabó con aquellas luchas a nivel europeo y significó la legalización de la conquista de Menorca por parte de Gran Bretaña.
El fundador del FC Barcelona Hans Gamper se suicidó años más tarde de haber fundado aquel club de "foot-ball" debido a las fuertes pérdidas que sufrieron sus inversiones con la depresión del 29. ¿Serán lo suficientemente insensatos los actuales directivos del Barcelona para "suicidar" al club que aman miles de españoles no catalanes y millones de aficionados de todo el mundo para favorecer a unos obsesos? Los del "MadriT" estarán contentos.
Notas:
1-La manifestación de la Diada recorrió 300 m. de la Gran Vía, 1.500 m. de vía Laietana, y 500 m. del Paseo de Colón y Avenida del Marqués de Argenter. En total 2.300 m. La anchura de V. Laietana (no llega) es 20 m. En total 30.000 m2. Paseo de Colón y Avda. M. de Argentera tienen una anchura de 30 m., en total 15.000 m2. La Gran Vía tiene 40 m. de ancho, en total son 12.000 m2. La superficie total del recorrido de la manifestación es de 57.000 m2. A cuatro personas por metro cuadrado (es decir todos muy apretados) resulta una cifra de 228.000 personas. ¡That's all folks!.
2- ¿Qué espera el blando gallego para aplicar la Constitución? ¿Para cuando el artículo 155? Mejor eso que tener que mandar a un nuevo Batet.
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