Los menorquines somos una especie digna de un exhaustivo estudio sociológico. Lo intuí cuando las entradas para el concierto de Sergio Dalma se agotaron en menos de dos horas, pero la locura desatada a raíz de la apertura del Mercadona en el Polígono de Maó ha venido a confirmar mis sospechas. Reconozco que yo también he sucumbido a la llamada de San Hacendado. La verdad es que, después de quedar excluida de conversaciones entre amigos al no haber visto "¿Quién quiere casarse con mi hijo?", decidí evitar una situación similar, y el pasado jueves, aprovechando el festivo, me adentré en las profundidades del nuevo parque de atracciones comercial de la Isla. Con el fin de esquivar aglomeraciones, opté por hacer la compra al mediodía. Mi sorpresa fue mayúscula al darme cuenta de que, o todos habían tenido la misma idea que yo, o lo del Mercadona no tiene nombre. Productos agotados, colas en la pescadería y retenciones en los pasillos. Incluso daba la sensación de que el Consell había optado por habilitar autobuses de refuerzo desde Ciutadella. Como pude, logré salir con una bolsa aunque, eso sí, más estresada que nunca. Afuera brillaba el sol y me dio por pensar que, probablemente, las playas estarían vacías. Los isleños preferimos dedicar la jornada festiva a darnos una vuelta por el Mercadona que, más que un supermercado, parecía el Carrer Nou un sábado por la mañana.
Punto de mira
La locura del Mercadona
10/04/12 0:00
También en Opinión
- Fallece un hombre tras quedar inconsciente en la calle en Maó
- Giro de 180 grados en la Seguridad Social: El Gobierno da la vuelta a la edad de jubilación este 2025
- La Policía Nacional retira dos botes de ácido pícrico en un centro educativo de Ciutadella
- Fallece Juan Camps, presidente del Club Nàutic Fornells
- Empresas de alquiler turístico estallan contra el Consell de Menorca: «Su campaña es ofensiva»
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.